El aloe vera, también llamado Sábila, pertenece a la especie de las Suculentas y es famoso porque tiene múltiples propiedades: cosméticas, farmacológicas y hasta culinarias. Pero para poder aprovecharlas al máximo es necesario guardar ciertos cuidados con la planta. Por ejemplo; maceta adecuada, que sea lo suficientemente grande para las raíces y que tenga un buen drenaje para que éstas no se pudran y evitar el sol todo el día, ya que las hojas tienen tendencia a secarse. Y en cuanto al riego, lo más adecuado sería el riego por goteo, que hace que la tierra no esté del todo seca pero que no se encharque.
En fin, hay multitud de páginas en internet de cuidado de este tipo de plantas en las que os darán consejos para cuidarlas correctamente.
El pasado agosto, como a todos los que vivimos en Ciudad Real, la granizada nos arrasó coches, persianas, patios, etc... En mi caso hubo dos destrozos importantes, el coche y mis plantas, entre ellas mis aloe vera que yo cuido como oro en paño.
Bueno, pues voy a empezar con el proceso. Lo primero que hay que tener en cuenta es que la planta debe de tener, al menos, dos años de antigüedad, ya que antes no habrá desarrollado aun el principio activo. Las mías cumplen este requisito.
Fui cortando las pencas más rotas y agujereadas, normalmente, hay que cortarlas desde la base con un cuchillo, con cuidado de no dañar las hojas cercanas. Un truquito es que durante los dos o tres dias previos a cortarlas, se riegue la planta a diario para que las pencas estén en su punto. En mi caso como fue algo repentino e imprevisto, ese paso me lo salté, lógicamente.
Mucha gente utiliza la baba o gel que sale directamente al cortar las pencas sobre la piel, el pelo... pero no se hace así. El aloe recién cortado suelta una sustancia que puede ser tóxica y que hay que eliminar antes de hacer el gel.
Lo suyo es llenar de agua una jarra grande y colocar las hojas con el corte sumergido en agua y mantenerlo así unas 24 horas. De esta forma se elimina esta sustancia que se llama Aloína y, aunque se utiliza para ciertos tratamientos farmacológicos como laxantes y estimulantes, no se aconseja su uso cosmético ni mucho menos ingerirlo sin haber sido previamente tratado.
En mi caso, tuve que meter las pencas en una cacerola grande porque algunos trozos eran bastante pequeños y estaban cortados por ambos lados.
Como los tenía totalmente sumergidos cambié un par de veces el agua, y aún así, cuando saqué las hojas, el color denotaba que efectivamente, había exudado la aloína.
De este modo, tendríamos ya las pencas limpias y preparadas para trabajar con ellas. Ahora, lo que hay que hacer es quitar los bordes que tienen los pinchitos cortándolos con un cuchillo.
Las partimos por la mitad y con una cuchara vamos a sacar toda la pulpa hasta que dejemos la hoja lisa.
- Es un gran cicatrizante, regenerante y calmante.
- Tiene propiedades antisépticas, mejora considerablemente el acné.
- Mejora la hidratación y el aspecto de la piel.
- Contiene colágeno y elastina que ayudan a prevenir el envejecimiento.
- Mejora la limpieza de los poros.
- Es apropiado para todo tipo de pieles.
PROPIEDADES PARA EL CABELLO
- Hidrata y regula el exceso de sebo... ¿qué? Pues que en el cuero cabelludo tiene un efecto détox natural que elimina las impurezas y la grasa, por otro lado, nutre el cabello desde la raíz.
- Ayuda a combatir la caspa ya que equilibra el sebo capilar en su justa medida.
- Estimula el crecimiento del pelo y regula su caída.
- Es un excelente acondicionador natural.
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